Antes de limpiar unas zapatillas running, lo que NO debes hacer es….
- Meterlas zapatillas a la lavadora
- Ponerlas a secar al sol y nunca
- Usar productos agresivos como lejía para lavarlos.
La lavadora es un poco agresiva en el lavado y secado, con el tiempo tus zapatilla sufrirán un desgaste innecesario. El sol también es un agente muy agresivo, pues decolora el plástico y las fibras sintéticas de tu zapatilla están hechas de ese material; no vale la pena correr el riesgo aunque las zapatillas sean resistentes.
Lo mismo se aplica en el caso de la lejía, porque quema y desgasta el agente elástico del plástico más rápido que el sol.
¿Cómo debo limpiar unas zapatillas running?
Primero
Usa un cepillo para quitar la tierra, piedras y polvo de la zapatilla. Es posible usar cepillos con cerdas un poco rígidas, o toallas húmedas. Durante este proceso no es tan necesario mojar la zapatilla, solo usa agua cuando la tierra sea muy difícil de remover.
Segundo
Sumerge la zapatilla en el agua, después de retirar la plantilla y las cordones para lavarlas a parte.
Llegado ese momento, toma un cepillo de cerdas muy suaves o una esponja y frota con cuidado el exterior y el interior. Recomendamos el cepillo porque puede ayudar a limpiar mejor el frente de la zapatilla.
Tercero
Seca todo el exterior y el interior con toallas secantes, para retirar el exceso de agua. Antes de esto, se pueden envolver en toallas de tela, que cumplen el mismo efecto.
Por último, no olvides ponerlas a secar sin que les toque el sol directamente.
Para evitar malos olores y que se acumule la humedad, rellena el interior con papel secante y asegúrate de que la lengüeta no descansa sobre el interior del calzado.
¡Bono!: Nunca uses agua caliente, el agua caliente hace que los poros de la tela se abran y absorban la suciedad más rápido. Siempre usa agua fría o templada.
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